sábado, 23 de enero de 2010

Bajo el mar

Bueno… como diría nuestro amigo Jesus Calleja, ya estamos aclimatados a Koh Tao. Sentimos no actualizar lo que deberíamos, pero aquí, como os comentamos anteriormente, el internet va de culo y aparte no sabemos ni a que día de la semana estamos… Este post es un punto de inflexión en el viaje porque… ¡ya somos buceadores Open Water! Sí señores, ya hemos buceado y ha sido increible. 5 días intensos de clases, inmersiones, peces, exámenes y deberes y amiguetes nuevos. Os resumo lo que ha sido esta gran experiencia: el primer día nos hicieron ver un video insportable, en un cuarto que estaba a 10 grados bajo cero (en serio, ya sabemos que hace calor pero no hace falta poner el aire acondicionado en modo siberia) que duró como 3 horas. Menos mal que se podían poner subtítulos en español, porque Cami está estresadísimo, en la escuela de buceo no hablan castellano. Allí conocimos a Molly, nuestra compañera de buceo, es canadiense y portadora de una de las historias más asombrosas que hemos oído nunca… luego os la contamos. Perfecto, el segundo día conocimos al que ha sido nuestro instructor a lo largo del curso, se llama Bjorn, es una especie de Pau Gasol alemán, muy majo y divertido. También se nos unieron 4 chicos más, Odet y Ore de Israel y Roco y Tino de Alemania. Bien, el segundo día se trataba de una clase, con pizarra y todo, y luego a la piscina. Allí aprendimos a montar el equipo (que lo juro, pesa como doscientas mil toneladas, no puedo con mi alma), técnicas de supervivencia submarina (quitarnos y ponernos la careta bajo el agua, las señas, controlar la flotabilidad, etc.) y lo más importante: a respirar. Es más fácil de lo que parece, al principio agobian las burbujas pero luego no te das ni cuenta. Hay una norma importantísima en el buceo: nunca aguantar la respiración, porque sino te pueden explotar los pulmones, así de claro. Esto nos ha emparanoiado mucho… la sensación de que dejas de respirar por un momento, pero parece que nuestros pulmones están enteros. El tercer día fue más clase y ¡al mar! Sólo nos sumergimos 6 metros, para hacer más técnicas, no dio tiempo a explorar nada. Después de tanta clase y prácticas, por fin nos llevaron a bucear en serio. El tercer día hicimos dos inmersiones a 12 metros. Es lo mejor, estuvimos en arrecifes, viendo peces de colores, mantas raya, morenas y gusanos que parecen cagarros submarinos… ningún tiburón de momento. El momento saltar del barco es lo peor para mí, he tenido suerte de no caerme pero estamos al borde del ostión a cada segundo. Salir del agua es durísimo, el equipo pesa muchísimo después de haber estado sin gravedad y encima como estás mojado vas resbalando por el barco. Hicimos el examen este día para quitárnoslo de encima. El último día hacíamos la inmersión seria, 18 metros, en bajada libre (sin cuerda), Bjorn estaba guasón y nos hizo saltar del barco a lo James Bond (dando una voltereta), yo no lo hice pero Cami sí, está hecho todo un agente secreto. Luego, ya bajo el agua nos quitábamos la careta y nos poníamos gafas de sol, sin patos hacíamos de Matrix… muy divertido. En resumen, ya tenemos el carnet y hemos descubierto lo que, estoy segura, será una de nuestras grandes pasiones. Estamos super impacientes en empezar la semana que viene el Advanced, que es el segundo nivel, podremos bucear a 30 metros y especializarnos en lo que más nos interese (yo fotografía, of course).


Después del esfuerzo nos merecíamos un poco de fiesta. Por la noche quedamos todos en el bar barbacoa de delante del centro de buceo para celebrar nuestro título. Allí nos conocimos todos un poco mejor. Con Molly ya habíamos cenado la noche anterior, es genial esta tía, con 22 años se va ella sola 4 meses de mochilera. Es una hippy, ha estudiado desarrollo internacional, ha estado de ayudas humanitarias en Perú y trabajado en Oxfam en Irlanda, y como no, es vegetariana. Ore y Odet, los israelís se iban al día siguiente, pero han estado 3 meses. En Israel es obligatoria la mili, 3 años y se han pegado un viaje genial para celebrar que han acabado. Ellos han empezado en Nepal y Tibet, bajando por Vietnam, Camboya, Laos hasta Tailandia. Luego están los alemanes, Tino y Roco, que no hablan mucho inglés, a ellos les queda mucho viaje por delante. Entre cervezas y cubitos (cubitos llenos de cubatas, fatales…), nos enteramos de que Bjorn, en Alemania es economista, trabaja para una de las empresas de logística más importantes del país, asesorando inversiones y tal. Aunque al tío lo que de verdad le gusta es bucear, lleva en Koh Tao desde abril. Después de un rato fuimos a otro bar, allí habían amigos de Tino y Roco, alemanes también, pero estos de estilo rastafaris. Uno de ellos nos contó que… muy fuerte… hace dos noches, habían ido de fiesta por ahí y habían pillado una bolsita de marihuana. Resulta que cuando se iban con las motos se encuentran el control padre, 20 policías y militares con escopetas. Los registran a todos, Ore estaba acojonado porque había sacado como 15 mil baths en el cajero y ya pensó que se los iban a quedar, y al registrar a este tío, le encuentran la bolsa. Lo esposan a 2 tíos y se lo llevan a la cárcel. Lo meten en un cuarto sin camas ni sillas, con bichos y meado por todo. Los otros tíos lloraban, les decían a los policías que tenían dinero, que pagaban lo que hiciera falta, pero para presionar los policías decían que no querían dinero, que mañana se los llevaban a Koh Pangan y luego a la prisión de Ko Samui. El rastas flipaba. Todos los amigos llamando a embajadas, intentando conseguir su pasaporte, que lo había dejado en el alquiler de motos… un desastre. Al final por 15 mil baths lo dejaron irse, según los polis porque conocen a los de su resort y para hacerles un favor, el rastas todo el rato decía que no tenía pasta. A los otros dos les sacaron 50 mil y 70 mil baths. Para que veas, justo en el bar donde estábamos tomando algo, los mismos camareros vendían los porros ya liados por 100 baths.


Ya con una borrachera importante, Molly va y nos dice: a mí me secuestraron 2 semanas los Hare Krishnas en Perú. ¿Cómo tas quedao? Nosotros muertos. Resulta que se fue con una amiga a Perú a lo de las ayudas, y les ofrecieron colaborar en una granja orgánica. Cuando se quieren dar cuenta, el autocar se para en medio del desierto, les hacen bajar rodando una duna y se encuentran una comunidad de Hare Krishna. Allí las cogen y las integran en el grupo. Molly por curiosidad se va adaptando, la otra se escapó por la noche, de puro acojone (tuvo el detalle de dejarle una nota a Molly, diciendo que se volvía a Canadá). No es que no la dejaran irse, pero le comían el coco y la vigilaban todo el rato. Se tenía que despertar a las 3 de la mañana y rezar 4 horas a Krishna, para comer, sólo tres cucharadas de arroz al día. Al final estaba rayadísima y un Hare de estos la ayudó a escapar a Lima, haciendo autostop en el desierto.

Lo bueno de este viaje, aparte de estar viendo cosas increíbles, son las historias que te llevas, la gente que conoces y los momentos… está siendo genial. Aún así, ¡¡os echamos de menos!!

Videos:

http://www.youtube.com/watch?v=LlBpW1oXzAc

http://www.youtube.com/watch?v=YuZIPFC9bIM

Posted by Picasa

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